¿Cómo lograron vender esa idea? ¿Cómo les aprobaron eso? Son preguntas que hemos recibido tanto de nuestros pares como de clientes. La clave: ser nerds y rebeldes. Sabemos que las buenas ideas van de la mano de un pensamiento estratégico; buenos argumentos logran impulsar buenos resultados que conectan con las personas. Ahí está presente nuestra rebeldía: atreverse a hacer las cosas de manera diferente porque creemos que es lo mejor para las personas, para nuestros clientes y para nosotros.